Dr. Rafael Quevedo. Médico nutricionista.
Nadie vive los años de igual manera, pero regularmente alcanzar los 50 años de edad se convierte en un reto físico y mental. El nutricionista Rafael Quevedo tiene su propia forma de decirlo: “Con el paso de la edad, el cuerpo va sufriendo transformaciones que conllevan a su envejecimiento. De los cambios que podemos observar en los adultos de 50 años o más, destaca la disminución de la actividad física y la consecuente pérdida de masa muscular o masa magra”.Visto así, sería una mala noticia. Sin embargo, el especialista en la salud advierte que “una adecuada alimentación y actividad física de por lo menos 30 minutos cada día, proporcionan la energía y vitalidad necesarias”.
Para el doctor Quevedo la nutrición es un factor vital que debe cuidarse para quien anhela adaptar su cuerpo a los cambios que sobrevienen. “Muchas veces, algunos componentes de la dieta no se consumen en las cantidades adecuadas, en particular las vitaminas y los minerales. El problema radica en que los adultos comen, pero no lo hacen balanceadamente, por lo que existe lo que puede denominarse como ‘monotonía alimentaria’, es decir, el consumo diario de los mismos alimentos”.
5 claves de longevidad
El doctor Juan Carlos Méndez, experto en Medicina Antienvejecimiento, cree que lo más importante para lograr una mejor y mayor calidad de vida es seguir cinco claves de la longevidad.Y las enumera de la siguiente manera: Una alimentación sana antienvejecimiento (cambiar los hábitos de alimentación a través del consumo de carbohidratos integrales de moderado índice glicémico en el desayuno; proteínas con vegetales en el almuerzo y ensaladas con proteínas en la cena; más algunas meriendas proteicas).
Le sigue, de acuerdo con este especialista, una actividad física regular, mínimo tres veces por semana, y una hora por sesión. En tercer lugar, un descanso reparador y recreación, gracias al sueño de hasta ocho horas y vacaciones periódicas.
En cuarto lugar no debe faltar, según Juan Carlos Méndez, una actitud mental y emocional positiva frente al estrés cotidiano, aprendiendo continuamente, cultivando el humor sano y desarrollando una espiritualidad profunda.
En su clasificación, menciona en quinto lugar un ambiente armónico de familia y trabajo, donde se generen lazos de amistad verdaderos y cuidando nuestro medio ambiente como una forma de expandir ese bienestar personal.