Jenny Hardfield - Runners World
La señora Michelle pregunta: Mi hija de 11 años de edad, acaba de empezar la escuela secundaria, donde tiene la clase de gimnasia. Ella odia correr y se siente como que siempre es la última. El lunes tenía que correr 200 metros, hoy 400, y próximamente 800. La semana que viene debe correr 1,5 kilómetros. ¿Tiene alguna sugerencia para ella, para con su respiración? Tal vez algún tipo de instrucción que podríamos llevar a cabo juntas?
Michelle, su pregunta verdaderamente instaló las lágrimas hasta en mis fibras más íntimas. Yo también odiaba correr en la escuela porque siempre me sentí "menor que" y luché para poder sentirme cómoda físicamente. Me identifico con sus emociones, y estoy segura de que muchos de mis lectores pueden llegar a pensar y sentirse igual. Estoy muy contenta de que su hija esté contando con usted, para una salida compartida, para que ella se sienta escuchada y contenida.
Darle algunas herramientas para que pueda atravesar por la situación cómodamente y con su propio estilo. Existen pruebas de aptitud física, las evaluaciones, que lamentablemente pueden ser interpretados como competencia, donde los más rápidos son "reyes" y al más lento se lo desdeña. Una razón por la que muchos niños odian correr, es en esta atmósfera donde se encuentra en la raíz del problema.
Decididamente no creo que todos debamos ser No. 1 ni idolatrados tampoco. No todos podemos estar en la "cresta de la ola" siempre, debemos y podemos aprender a celebrar y honrar el esfuerzo de todos. Tengo un amigo que enseña educación física, y su plan de trabajo se presenta como deporte de equipo. Los niños aprenden juntos cómo ejecutar con buena forma o gesto, el cómo respirar, y cómo monitorear sus esfuerzos y lo que sus cuerpos les están diciendo.
Cada niño corre las diferentes pruebas, y en lugar de centrarse en el tiempo, cada uno tiene un gráfico personalizado, donde aprenden a medir la frecuencia cardíaca, el esfuerzo en una escala emoticón, la distancia y lo fuertes que se sientan. Ellos mismos trazan su progreso en el tiempo y entrenando juntos para que tengan un sentido de compromiso, de pertenencia con un objetivo y logros en progresión. Realizan, juegos de búsquedas, postas y mucho más para alimentar la diversión. Un niño que puede ser el más lento en velocidad, podría acabar por delante de todos en una búsqueda del tesoro, debido a sus habilidades de búsqueda y a sus tácticas.
Hay una variedad de premios que se entregan al final del año, incluyendo "más cercano al tiempo predicho", "más rápido", "más consistente", "mejor amigo", y "que más ha mejorado". La búsqueda de nuestros hijos para aprender a amar a un deporte y que les perdure, como correr, con este sistema, decididamente cambiará sus vidas. Solo se necesita un poco de tiempo para enseñar las razones fundamentales de por qué correr y caminar, actividades que realmente son vitales.
Yo la animo a que comparta este momento con su hija. Enseñarle cómo conectarse con su cuerpo, escuchar su respiración, y modular su esfuerzo de correr con el caminar cuando las cosas se ponen difíciles. Esto le dará las herramientas para controlar la forma en que llegue a una línea de meta, y lo más importante, permitirá a su cuerpo darle el tiempo para adaptarse a las exigencias de correr sin lastimarse.
Michelle, su pregunta verdaderamente instaló las lágrimas hasta en mis fibras más íntimas. Yo también odiaba correr en la escuela porque siempre me sentí "menor que" y luché para poder sentirme cómoda físicamente. Me identifico con sus emociones, y estoy segura de que muchos de mis lectores pueden llegar a pensar y sentirse igual. Estoy muy contenta de que su hija esté contando con usted, para una salida compartida, para que ella se sienta escuchada y contenida.
Darle algunas herramientas para que pueda atravesar por la situación cómodamente y con su propio estilo. Existen pruebas de aptitud física, las evaluaciones, que lamentablemente pueden ser interpretados como competencia, donde los más rápidos son "reyes" y al más lento se lo desdeña. Una razón por la que muchos niños odian correr, es en esta atmósfera donde se encuentra en la raíz del problema.
Decididamente no creo que todos debamos ser No. 1 ni idolatrados tampoco. No todos podemos estar en la "cresta de la ola" siempre, debemos y podemos aprender a celebrar y honrar el esfuerzo de todos. Tengo un amigo que enseña educación física, y su plan de trabajo se presenta como deporte de equipo. Los niños aprenden juntos cómo ejecutar con buena forma o gesto, el cómo respirar, y cómo monitorear sus esfuerzos y lo que sus cuerpos les están diciendo.
Cada niño corre las diferentes pruebas, y en lugar de centrarse en el tiempo, cada uno tiene un gráfico personalizado, donde aprenden a medir la frecuencia cardíaca, el esfuerzo en una escala emoticón, la distancia y lo fuertes que se sientan. Ellos mismos trazan su progreso en el tiempo y entrenando juntos para que tengan un sentido de compromiso, de pertenencia con un objetivo y logros en progresión. Realizan, juegos de búsquedas, postas y mucho más para alimentar la diversión. Un niño que puede ser el más lento en velocidad, podría acabar por delante de todos en una búsqueda del tesoro, debido a sus habilidades de búsqueda y a sus tácticas.
Hay una variedad de premios que se entregan al final del año, incluyendo "más cercano al tiempo predicho", "más rápido", "más consistente", "mejor amigo", y "que más ha mejorado". La búsqueda de nuestros hijos para aprender a amar a un deporte y que les perdure, como correr, con este sistema, decididamente cambiará sus vidas. Solo se necesita un poco de tiempo para enseñar las razones fundamentales de por qué correr y caminar, actividades que realmente son vitales.
Yo la animo a que comparta este momento con su hija. Enseñarle cómo conectarse con su cuerpo, escuchar su respiración, y modular su esfuerzo de correr con el caminar cuando las cosas se ponen difíciles. Esto le dará las herramientas para controlar la forma en que llegue a una línea de meta, y lo más importante, permitirá a su cuerpo darle el tiempo para adaptarse a las exigencias de correr sin lastimarse.
Crear una meta juntas (por ejemplo, un divertido 5K) y compartirlo con ella. Caminar durante cinco minutos a la salida y llegada de la carrera, e incuso de ser necesario, en algunos tramos del recorrido.
Monitoree la respiración y cómo se siente, y trabaje con el tiempo en lugar de la distancia. Comience lentamente. Una sesión de 10 minutos puede no parecer mucho para nosotros, pero para un niño de 11 años de edad, que odia correr, se trata de un problema existencial!
Aumentar gradualmente el tiempo a 15 - 20 minutos (y más si se está entrenando para 5K).
Crear un gráfico que ambas puedan completar con divertidas pegatinas o sellos cuando complete las sesiones de entrenamiento hasta su meta objetivo (5K). Realizar un seguimiento de la distancia, el tiempo, y cómo se siente en el gráfico para que pueda ver la progresión en el tiempo. Celebrar con un premio especial después del evento.
En cuanto a sus carreras en la clase de gimnasia, dándole esta estrategia personal tanto en su caminar como en el correr, le permitirá tener algunas herramientas y la ayudarán a aliviar tensiones y la ansiedad en las pistas en la escuela. No la convertirá probablemente en una "hélice voladora", pero de seguro que podrá ayudarla a entender los beneficios y la diversión de correr.
Eres un gran ejemplo a seguir para tu hija!